Cómo mantener nuestro peso en invierno
Por Ana Chezzi. Oscurece más temprano, tenemos frío, morimos por llegar a casa y comer algo rico y calentito. Vamos a ver cómo podemos lograr esto sin subir de peso.
Por Ana Chezzi.
Oscurece más temprano, tenemos frío, morimos por llegar a casa y comer algo rico y calentito. Vamos a ver cómo podemos lograr esto sin subir de peso.
Rico y calentito no tiene por qué estar lleno de calorías y grasas:
En desayunos y meriendas un buen café con leche es muy reconfortante, lo podemos acompañar con una tostada de pan francés que es 0% grasas, o un pan negro bajo en grasas y con queso derretido por encima con tomate, albahaca, orégano, o lo que les guste.
Media mañana o media tarde son ideales las sopas instantáneas. Si no tienen problemas de peso pueden agregarle un cucharada de avena.
Si no quieren usar hidratos pueden agregarle vegetales y también cocinarle claras de huevo adentro, al aportar proteínas ayudan a combatir el hambre.
En almuerzos y cenas: sopas, guisos y carne con vegetales cocidos.
Pensar en ensalada con atún te congela hasta el alma pero, ¿Por qué no podemos hacer un guisito de verduras con pollo o carnes? Se les puede agregar arroz, fideos o papas (si no hay problemas de peso).
Un guiso de lentejas es un súper plato de invierno: en vez de llenarlo de grasas con panceta y chorizo le podemos poner vegetales, carnes magras y pimentón ahumado, le da el mismo sabor que tiene la panceta pero sin toda la grasa.
Carnes al horno con vegetales grillados es una buena opción para las más cuidadosas.
Wok de carne o pollo también da la imagen del plato humeante que pretendemos, tengamos en cuenta que la imagen de la familia alrededor de un plato calentito es un recuerdo de calor, amor y protección que los seres humanos traemos desde las cavernas. Con frío a nadie le tienta una “ensaladita”.
¡Las sopas también pueden ser único plato!: De vegetales en cubitos, con arroz o fideos, con sémola o avena, de vegetales licuados con o sin cerales agragados. Podés agregar proteínas con quesos magros o claras de huevo.
Para cocinar las claras a la olla: hirvir las verduras, ponerle 2 o 3 claras de huevo y revolver hasta ver hilitos blancos (clara cocida).
¡Bon apetit!