Entrenamiento funcional: el ejercicio del futuro
Es una modalidad de entrenamiento físico centrada en ejercicios que imitan los movimientos y trabajos físicos reales realizados en la vida cotidiana, de acuerdo a las necesidades específicas de cada persona y utilizando ejercicios con el propio peso.
Nuestro preparador físico te cuenta todo lo que tenés que saber sobre la nueva tendencia de entrenamiento, que busca mejorar tu desempeño en las actividades cotidianas.
¿Qué es el entrenamiento funcional? Es una modalidad de entrenamiento físico centrada en ejercicios que imitan los movimientos y trabajos físicos reales realizados en la vida cotidiana, de acuerdo a las necesidades específicas de cada persona y utilizando ejercicios con el propio peso corporal. Si se utiliza correctamente y de forma segura, puede ayudar a mejorar el funcionamiento del cuerpo en los movimientos diarios.
En sus comienzos, surgió de las técnicas utilizadas por los médicos especialistas en rehabilitación, quienes diseñan ejercicios que imitan las características de los movimientos que los pacientes necesitan volver a practicar en su vida habitual. Ofrece a las personas una manera práctica de mejorar sus capacidades, incrementando con eficacia y eficiencia actividades de la vida cotidiana y deportivas a todas las edades. Estos ejercicios, transfieren la fuerza con éxito a las actividades diarias, dado que se trabaja en todos los planos de movimientos, con lo cual el desempeño es mayor y en consecuencia su resultado.
Una persona se mueve gracias a patrones de movimiento y no gracias a sus músculos o sus articulaciones. Es decir, el sistema interno entiende que debe dar un paso o empujar algo para quitarlo del camino o que debe saltar para pasar un obstáculo. Pero no entiende por medio de flexiones de codo, extensiones o abducciones de hombro en algún plano. El ser humano se mueve con patrones de movimientos que son usualmente multiarticulares y multi-planares, por lo que debemos entrenarlo de esa manera.
Si el trabajo funcional se ejecuta correctamente, la fuerza ganada debe transferir mas fuerza directa a las actividades cotidianas. Por ejemplo: si un cliente desea mejorar sus capacidades de subir las escaleras con mayor facilidad y menos malestar, debe realizar trabajos que involucren esta acción, como alcances anteriores flexionando las piernas (cuclillas hacia adelante) o paso-sube (banco). La idea es entrenar los músculos que se necesitan para subir las escaleras, copiar el gesto de la vida cotidiana en el entrenamiento.
El entrenamiento funcional, ofrece a los clientes una manera práctica de mejorar sus capacidades con seguridad, incrementando con eficacia,y eficientemente actividades de la vida cotidiana y deportivas a todas las edades.