¿Porque siempre queremos romper la dieta?
Un problema que nos pasa a todas al intentar empezar una dieta es que a las pocas horas de comenzar ya queremos arrasar con todo lo que está a nuestro alcance. Lo peor viene después, ya que una vez que “rompimos” con esa dieta que recién arrancaba ya no nos importa seguir comiendo mal por el resto del día.
Esta conducta se debe a muchos factores que influyen en la sensación de tener hambre constante. Por ejemplo; situaciones de estrés, malos hábitos y hasta factores hormonales.
Uno de los factores que más nos afecta y que no le damos mucha importancia es el estrés laboral. Esta situación es la que nos genera ansiedad y nos hace comer sin fin aunque no tengamos hambre.
Otro problema que nos puede ocasionar el estrés es el aumento del cortisol. Esta hormona nos puede llegar a desencadenar en un aumento de peso, además de influir en nuestra ansiedad de picar entre comidas. Al comer pocas cantidades de forma desordenada y con alto nivel calórico nos lleva a pensar que comimos poco, lo que nos lleva a un aumento de peso sin darnos cuenta.
Un tip para tratar esto es durante una semana que sintamos que estamos comiendo mal es anotar diariamente todo lo que comemos y bebemos. De esta forma nos vamos a dar cuenta de muchos errores que cometemos en nuestro día a día.
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